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							ECSI - Index 
 
								
									
							
							
							Enfermedades Crónicas Socialmente Invisibles  | 
								 
							 
							
							
							Según datos de la Organización Mundial de la Salud, 
							el 80% de las enfermedades actuales son crónicas y 
							para muchas de ellas no hay aún intervenciones 
							médicas efectivas. Pueden causar dolor 
							extraordinario, fatiga y una multiplicidad de otros 
							síntomas que provocan fuerte estrés, condiciones de 
							discapacidad física y/o cognitiva y minusvalía. 
							 
							Las enfermedades crónicas socialmente invisibles se 
							caracterizan por la cronicidad de síntomas que no 
							tienen una clara manifestación externa, se expresan 
							en un debilitamiento generalizado y en una marcada 
							limitación de la actividad. Son de distinto tipo y 
							se presentan con una variada sintomatología. Se 
							manifiestan en un cuadro orgánico cuyas raíces están 
							profundamente ligadas a la integridad de la persona, 
							alterando su nivel de funcionalidad y disminuyendo 
							su calidad de vida. 
							Características centrales: 
								
									
										| • Son de 
										difícil diagnóstico y necesitan ser 
										identificadas a través de un proceso de 
										eliminación de otras posibles 
										enfermedades que presentan una 
										sintomatología común. | 
									 
									
										| • Tienen 
										una forma de expresión que es particular 
										para cada persona y en la que participan 
										factores de predisposición, 
										precipitación y perpetuación de la 
										sintomatología.  | 
									 
									
										| • 
										Presentan un curso largo e imprevisible. 
										Algunas de ellas adquieren mayor 
										gravedad y sus manifestaciones se hacen 
										más evidentes en etapas posteriores del 
										proceso de enfermedad.  | 
									 
									
										| • Muchos 
										de los síntomas en sus formas más leves 
										son parte de la vida, como por ejemplo 
										el cansancio, y en sus formas más 
										extremas son difíciles de describir 
										adecuadamente.  | 
									 
									
										| • 
										Algunos síntomas (debilitamiento, 
										fatiga, dolor menstrual, diarrea, 
										constipación, incontinencia, etc.) 
										tienen un estigma social que hace que el 
										paciente crea que hablar acerca de ellos 
										es socialmente inaceptable. | 
									 
									
										| • Los 
										síntomas tienden a ser inmensurables. El 
										grado de dolor y de fatiga no puede ser 
										objetivamente medido.  | 
									 
									
										| • No 
										siguen la típica progresión lineal, 
										comienzo, desarrollo y recuperación. El 
										proceso de la enfermedad se da en 
										diferentes fases o etapas, en las que 
										los brotes y las recaídas son 
										frecuentes. Están marcadas por períodos 
										de exacerbación y remisión de su 
										sintomatología.  | 
									 
									
										| • No se 
										conoce una cura o un tratamiento 
										específico para ellas. Los tratamientos 
										varían en efectividad. La mayoría son 
										del tipo sintomatológico. | 
									 
									
										| • Debido 
										a las dificultades diagnósticas, el 
										paciente debe soportar las sospechas de 
										los demás, así como también sus propias 
										dudas acerca de su condición de salud.  | 
									 
									
										| • Existe 
										la amenaza constante de que el paciente 
										pueda entrar en un estado de 
										debilitamiento total. Aunque la 
										enfermedad esté en remisión, siempre 
										está presente el temor de una recaída de 
										la cual el paciente tarde en recobrarse.  | 
									 
								 
							 
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							Enfermedad Social 
							Social y culturalmente 
							nuestra identidad está dada por nuestra conducta. 
							Somos esencialmente lo que hacemos. Nuestro 
							comportamiento nos define socialmente.  
							Las enfermedades crónicas adquieren el carácter de 
							“enfermedad social” cuando incapacitan a las 
							personas para seguir cumpliendo con sus 
							responsabilidades familiares, laborales y sociales. 
							El paciente convive con una disfunción crónica que 
							le impide llevar el ritmo de vida al que estaba 
							acostumbrado, comprometiendo su posibilidad de 
							"hacer" y de “interactuar socialmente”. 
							La persona no puede alcanzar un satisfactorio nivel 
							de funcionalidad, afectando aspectos de su vida que 
							hacen a su cuidado personal y al cumplimiento de 
							roles cotidianos.  
							El debilitamiento y/o retardo en el ritmo de la 
							actividad influye en el estilo de vida produciendo 
							alteraciones en la relación con la familia, 
							introduciendo nuevas necesidades, cambios de roles y 
							conflictos vinculares. Viéndose también alterado el 
							rendimiento físico e intelectual, el desempeño 
							laboral y la posibilidad de sostener un intercambio 
							social normal. 
							Paulatinamente, éste desajuste funcional crea las 
							condiciones de quiebre de la unidad bio-psico-social 
							de la persona, dificultando su integración con el 
							entorno social.  
							
							 
							
							Cronicidad 
							Tendemos a mirar a la 
							enfermedad como algo que aparece, cumple con un 
							proceso y luego desaparece. No ocurre así con las 
							enfermedades crónicas socialmente invisibles. 
							Presentan un curso largo e imprevisible. 
							Las mismas se caracterizan por ser procesos de 
							enfermedad que se extienden en el tiempo, cursan con 
							diferentes y sucesivos ciclos de recaídas y 
							remisiones, cuando no avanzan agravándose.  
							Algunas de ellas con el correr del tiempo adquieren 
							mayor gravedad y sus manifestaciones se hacen más 
							evidentes en etapas posteriores del proceso de 
							enfermedad.  
							Mayormente, las enfermedades crónicas no presentan 
							una causa única, ni un comienzo claro y definido. 
							Tienden a comenzar en forma gradual, a veces en 
							forma imperceptible, y variados factores intervienen 
							en su manifestación.  
							Esta cronicidad altera el nivel de funcionalidad de 
							la persona limitando su nivel de actividad, 
							generando dolor emocional y un alto impacto social.
							 
							
							 
							Invisibilidad 
							Los síntomas de muchas 
							de estas situaciones de enfermedad poco comprendidas 
							médica y socialmente no se manifiestan de una manera 
							obvia; no tienen una evidencia externa que de cuenta 
							del sufrimiento y despierten compasión en los demás. 
							Por el contrario, la persona soporta a menudo el 
							escepticismo y el descreimiento de los otros.  
							Además de la angustia y de las molestias que estos 
							síntomas provocan, la persona afectada puede llegar 
							a sufrir la indiferencia e incomprensión de los 
							demás. Se produce una discordancia entre la limitada 
							actuación familiar y social de la persona afectada y 
							las expectativas con relación a su conducta de las 
							personas que la rodean. Estas respuestas o actitudes 
							del entorno dejan al paciente en un estado de 
							confusión, lástima de sí mismo, inseguridad y 
							soledad. 
							Las limitaciones y dificultades que estas 
							enfermedades plantean son prácticamente 
							inobservables y de muy difícil comunicación. La 
							persona es vista mejor de lo que se siente porque 
							los síntomas de la enfermedad permanecen invisibles.
							 
							A estas limitaciones se suma la falta de un 
							diagnóstico diferencial que legitime socialmente 
							estas situaciones de enfermedad. Parecería que todo 
							lo que no se ve no existe. Cuando los síntomas son 
							inmensurables e inobservables el proceso diagnóstico 
							requiere mucho tiempo, siendo por ello costoso no 
							sólo económicamente sino también emocionalmente. 
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